El lanzamiento del dólar agro tuvo un claro objetivo para el Gobierno nacional: aumentar el nivel de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esta nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) dispuso un tipo de cambio de $ 300 por dólar para el complejo sojero hasta el 31 de mayo y para las economías regionales hasta el 31 de agosto próximo. Además, fijó los plazos de liquidación de divisas, de pago de retenciones y otros tributos, y ratificó una adhesión voluntaria al programa, pero a condición de cumplir condiciones, como la adhesión a los programas de precios de la Secretaría de Comercio.
A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) se enfocó en la promoción de las economías regionales y para esto incorporó una importante cantidad de productos, para abarcar la mayor cantidad de mercados.
La implementación de la medida a esta altura de 2023 no resulta azarosa, su aplicación coincide con la época en la que empieza a ingresar el grueso de la cosecha de soja y maíz. Como consecuencia de la sequía se pronostica que ambas producciones registren un menor nivel productivo y de rendimientos. En relación a esto, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió días atrás sobre el agravamiento del quebranto de los productores en la zona núcleo del país. Y detalló que en el comparativo de la situación actual con la de hace un mes, las pérdidas económicas subieron un 30%.
En lo que respecta a las economías regionales, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, calculó allí otros U$S 4.000 millones de ingresos y una mejora del comercio de 25% a 30%, vía producciones que implican unas 1700 posiciones arancelarias.
Mirada cautelosa
Más allá de las especificaciones del nuevo programa nacional y los anuncios de las autoridades nacionales, en el sector rural del noroeste argentino las dudas son más que las certezas. Cómo responsable de la Asociación de productores de granos del norte (Prograno), Francisco Vidal aseguró que más que “parches” el sector agroindustrial necesita medidas definitivas desde el plano económico. Desde su perspectiva, Vidal entiende que el nuevo programa está más enfocado en las exportadoras y la obtención de liquidez de saldo que en la potencialidad de las economías zonales.
“Hay varias letras chicas en la medida y con el paso del tiempo se irá viendo si resulta practicable y beneficia al productor o termina siendo un beneficio para pocos. La verdad, no está muy claro esto”, cuestionó el productor. Y destacó que para el caso de los granos norteños tampoco resulta práctica el tiempo de duración establecido como consecuencia de una siembra tardía, empujada por la sequía.
“En caso que no tengamos mayores contratiempos, terminemos de cosechar entre julio y agosto, luego hay que procesar la mercadería para dejarla en condiciones exportables y será complejo terminar todo eso hasta el 31 de agosto”, enfatizó.
Más allá de lo que pueda generar esta nueva cotización de la moneda norteamericana en el agro, Vidal cuestionó que la administración nacional no considere la situación de los distintos productores, por lo menos del noroeste, que tuvieron que dejar hectáreas sin sembrar o perdieron cosechas ante las escasas lluvias durante la temporada estival. “A pesar de las lluvias registradas semanas atrás, esos productores con un dólar diferencial no subsanan el problema de la sequía. Es por esto que el dólar agro puede ser positiva pero no abarca todas las generalidades que hoy estamos atravesando”, enfatizó el productor. Y lanzó: “todavía falta para definir si este paliativo es positivo o no”.
En esta misma línea, el dirigente de Prograno remarcó que en medio del escenario económico que atraviesa el país, el sector rural necesita previsibilidad. “No es un dato menor el precio fijado en $ 300 para liquidar porque si hasta agosto se mantiene este nivel de devaluación, el dólar oficial estará cerca de $ 300 y ahí puede generarse un nuevo desequilibrio porque el beneficio dejará de existir”, expresó.
Expectativa tabacalera
Desde la provincia de Jujuy, el productor Guillermo Martín Berardo afirmó que si se hace un análisis individual de la medida se podría evaluar de buena manera porque desde hace tiempo los productores norteño exigen que las economías regionales dejen de ser postergadas por la administración nacional. Ante esto, el referente puntualizó que el impacto del dólar agro se medirá en relación a la forma en la que el productor pueda acceder a la cotización diferencial y sostuvo que el principal problema “es la desprotección en la que se dejó durante largos años a las economías regionales”.
Primeras cifras
El último jueves fue la jornada de mayor caudal de ingresos, con 574 millones de dólares, mientras que las liquidaciones del viernes se ubicaron en 147 millones. Bahillo, destacó que la medida respondió a las “necesidades y demandas de los productores tanto de economías regionales como de otras producciones”. A pesar de estas liquidaciones, en el Palacio de Hacienda consideran modesto el nivel de actividad en el mercado de granos de comercialización de porotos, dado que el volumen promedio negociado durante la semana se acercó a las 100.000 toneladas. Las expectativas de los productores y del gobierno es que, para el 31 de mayo, ingresen 5.000 millones de dólares